La Casa Negra o más bien, el museo Baan Dan, es otro de los templos que puedes ver en Chiang Rai, al norte de Tailandia. Fue el tercer templo que visitamos en la ciudad, después del Templo Blanco y el Templo Azul, y antes de irnos al Gran Buda de Chiang Rai y fue de lejos, el que menos me impresionó de los 4. Te cuento qué encontrarás aquí y un poquito de contexto sobre la Casa Negra de Tailandia.
Horario y precio
La Casa negra abre de 9 a 17h y la entrada cuesta 80 baths (unos 2€). A diferencia de los otros templos, aquí no te pedirán cubrirte como en otros templos ya que no tiene fines religiosos.
La Casa Negra de Chiang Rai y su interior tétrico
Es conocido como el Templo Negro, pero en realidad es un museo de arte. No encontrarás mucha representación a Buda en el interior, sino más bien cuadros y esculturas un poco extrañas.
Está compuesta por una serie de edificios de madera de una gran variedad de tamaños, aunque destaca un «templo» principal. Por fuera sí parece un templo común, ya que su arquitectura es una mezcla entre lo tradicional y lo contemporáneo, pero cuando entras no te encuentras nada de lo que esperas tras haber visto otros templos.
En contacto con la muerte
El arquitecto parece que nos quería poner en contacto con la muerte, y de ahí el color y la forma de cada edificio. En el interior hay, además de cuadros, una gran cantidad de animales disecados entre los que destacan un cocodrilo enorme encima de una mesa. Los muebles están hechos de pieles de animales y hay varios cuernos gigantes y cuadros con pinceladas que simulan la sangre que da un poquito de mal rollo.
También hay calaveras y huesos de animales que según la historia, ya estaban muertos antes de colocarlos ahí. No sé qué le pasaba al arquitecto por la cabeza, cada artista con sus temitas…
El exterior de la Casa Negra
Alrededor de la casa principal en cambio, hay jardines con vacas pastando que le aportan más paz al entorno. Eso sí, no te acerques a las vacas que algún disgusto tuvimos.
Me llamó la atención también una de las casas que componen el complejo, que a diferencia de las «obras» que había en el edificio principal, contaba con tambores provenientes de otros países y culturas. Nada que ver con ese misterio y tenebrosidad que hay en los demás.
Puedes pasear por todo el complejo y aunque no se puede entrar a todos los edificios, sí que puedes acercarte a ver por las ventanas.
Si me preguntas si merece la pena…pues depende. Si vas a trasladarte exclusivamente para verlo, bajo mi punto de vista es prescindible. A ver, es llamativo por supuesto, y diferente a los demás templos que vas a ver en Tailandia, pero otros templos que hay en Chiang Rai, no hay color. Pero bueno, si estás en Chiang Rai, se ve rápido así que siempre puedes acercarte a verlo. Esta es mi opinión claro, a otro le parecerá una obra de arte. ¿Has estado? ¿Qué opinas tú? ¡Dímelo en los comentarios!