Guau. Mira que no soy religiosa, ni he sido fallera toda mi vida ni tengo un sentimiento como puede tener la que lo es desde que nació. Pero guau. Este año fue el primero que pude vivir las fallas desde dentro siendo parte de una comisión, y tuve la oportunidad de salir en la Ofrenda, que como te conté en el artículo sobre qué son las fallas, se trata de uno de los días más esperados de las fiestas valencianas. No salí en calidad de fallera, sino que lo hice portando una cesta gigante de flores que hacía entrega a la Virgen mi prima pequeña, Fallera Mayor Infantil de su comisión. En este post te cuento qué es esto de la Ofrenda, en qué consiste y por qué es tan cierto eso que dicen de que para sentirlo, hay que vivirlo.
La Ofrenda de flores en fallas
El origen de la Ofrenda
Las fallas de Valencia no tienen un origen religioso, y por eso la Ofrenda no se hace desde el principio. Todo empezó porque unas Clavariesas empezaron dejando flores en la Basílica de la Virgen allá por el 41. Se empezaron a sumar comisiones falleras y cuando ya no cabía más gente, en el 49 empezaron a poner las flores en el exterior de la Basílica colocándolas en estructuras de madera.
Así estuvieron durante años, hasta que en el 87 colocaron un busto de la Virgen de 15 metros y pusieron las flores sobre su manto, convirtiendo la Ofrenda en lo que conocemos a día de hoy.

Qué se hace en la Ofrenda
Se llevan flores a la Virgen, así en resumen. Pero la Ofrenda de las fallas es mucho más. Es uno de los actos más emblemáticos y emotivos, donde miles de falleros y falleras vestidos con la indumentaria valenciana realizan una peregrinación desde su casal (su local fallero) con ramos de flores hasta la Plaza de la Virgen, donde los denominados “vestidores” van colocando las flores en el manto de la Virgen.
Los falleros y las falleras se concentran en su casal a la hora citada y desde ahí, empiezan el camino hasta la Plaza de la Virgen. Llega un momento en este tramo, que las carreteras están cortadas para facilitar su paso, y la gente se coloca a los lados de la calle para ver a los falleros pasar mientras les aplauden, sobre todo a las falleras mayores de cada falla.
Las comisiones falleras van acompañadas de bandas de música y por el camino todo es alegría. Sin embargo, cuando se acerca el momento de entrar en la Plaza de la Virgen, hay respeto y emoción. Un presentador va nombrando las comisiones que van entrando en la plaza y las televisiones van entrevistando a algunas de las personas que van pasando mientras los focos iluminan toda la plaza. Todo es televisado y emitido en directo en la canal valenciana.
Cuando es la Ofrenda de Fallas
Es muchísima gente la que participa en este acto, así que se divide en 2 días. Se realiza los días 17 y 18 de marzo y las primeras comisiones empiezan a salir a mediodía, mientras que la última llega sobre las 2 de la mañana o una cosa así.
La última en llegar a la Plaza de la Virgen en la Ofrenda es la Fallera Mayor de Valencia, un día la Infantil y otro la Adulta, junto con la Banda Municipal de Valencia. Delante de ellas, desfilan instituciones, casas regionales invitadas, las falleras mayores de Valencia de los últimos 5 años, y la comisión fallera de cada una de ellas.
Curiosidades de la Ofrenda
Hay algunas cosas de este acto que me han llamado la atención:
- Hay mucho protocolo y no puede haber más de un número concreto de personas en la misma fila
- El traje de fallera tiene que ser mínimo de media manga obligatoriamente
- Es obligatorio vestir mantilla
- Participa muchísima gente, este año han participado más de 125.000 personas
- La Ofrenda se hace llueva o truene, y hay chubasqueros de falda de fallera, que son un plástico que cubre la falda porque esa tela se puede estropear con la lluvia. Solo la pandemia de 2020 logró suspenderla
- Solo se puede salir con la indumentaria valenciana excepto los vestidores (los que ponen las flores en la virgen) y los que las portan (como nosotros)
- Es un recorrido estructurado y hay dos caminos principales: la calle de La Paz y la calle San Vicente. Ambas se unen en la Plaza de la Virgen
- Cada año el diseño del mantón de la Virgen cambia, colocando las flores de diferentes formas para realizar dibujos

Cómo es vivir una Ofrenda en las Fallas de Valencia
Yo lo viví, y no te exagero, como una de las experiencias más emocionantes que he vivido. Quedamos en el casal a las 22:30 de la noche porque éramos los últimos: nuestra falla era la de la Fallera Mayor Infantil de Valencia.

Yo, junto con mis primos, éramos los encargados de portar a hombros una cesta gigante de flores que mi prima pequeña, como Fallera Mayor Infantil de la falla, iba a ofrecer a la Virgen. Al principio nos daba vergüenza porque nos vestimos con una indumentaria diferente que no nos favorecía nada la verdad.
Y empezó la ofrenda. Nuestra suerte, ser familia de músicos, hizo que nos acompañase la Unión Musical de Torrent, localidad de origen de mi familia. Delante de mi prima, toda su comisión desfilando, también su familia materna, junto a ella, mi tío (su padre), justo detrás nosotros con las flores y cerrando el grupo la banda de música. Mis tías, habían conseguido entradas para ver la Ofrenda en la misma Plaza en un lugar reservado bastante privilegiado. Yo no sabía lo que iba a pasar, pero solo el hecho de estar todos y vivirlo juntos ya lo hacía emocionante.

Desfile hasta la Plaza de la Virgen
La cesta de flores pesaba, pero pronto le pillamos el truco para ir coordinados. Salimos todos los miembros de la comisión del casal excepto las dos Falleras Mayores (la adulta y mi prima la infantil), y fuimos a sus casas a esperarlas. Salieron por la puerta entre aplausos y mi prima estaba preciosa, estrenando un traje de fallera que le quedaba como un guante y cuyo color fue sorpresa hasta este día.

Empezamos el camino y es difícil de explicar supongo. La gente que se había acercado a ver el acto nos aplaudía a nuestro paso. A mi prima le gritaban lo guapa que estaba y nos hacían millones de fotos. La policía iba escoltando a los participantes de la Ofrenda asegurándose de que nadie interrumpía en mitad de las calles y que solamente fueran los falleros los que caminaban por ellas.
Valencia estaba preciosa de noche y la primera imagen que me impactó fue la entrada en la Plaza de la Reina con una falla espectacular con la catedral iluminada de fondo.
La entrada a la Plaza de la Virgen
Y aquí, durante unos segundos el mundo se paró. Durante unos instantes y por una calle normalmente abarrotada que nunca había visto vacía, solo estábamos nosotros caminando en dirección a la plaza de la Virgen. Te dejo el vídeo de la emisión justo en nuestra entrada:
Es impresionante el momento en el que entras y ves semejante estructura que parece que te mira. Esperamos un poco hasta que el presentador nombró a mi prima, le diese paso a su momento y ahí entramos el resto. La niña estaba pletórica, la televisión le acompañaba, los focos la iluminaban y yo solo olía las flores y miraba la torre de ramos que se había creado. Y yo, que nunca entendí el llanto de las personas cuando entran, que no soy creyente y que nunca he sido fallera, terminé de entenderlo.

No se trata de religión. Es cultura, es tradición y es familia. Es un momento en el que parece que todo se para y no te sé decir cómo ni por qué, pero te invade una emoción tremenda. Supongo que es verdad eso de que para sentirlo, había que vivirlo.
Una Ofrenda en honor de las víctimas y voluntarios de la Dana
Este año, el manto de la Virgen tenía un mensaje especial. Con motivo de la catástrofe vivida el pasado octubre en Valencia, las flores dibujaban una mano que pedía auxilio y otra que le ofrecía ayuda, junto a un cartel agradeciendo su labor a los voluntarios de la Dana. Un detalle muy bonito en un año complicado.

Cada uno de los ramos diferentes que componen el manto, los de colores, corresponde a una fallera mayor y hay uno por cada víctima de la Dana.
Qué pasa después de la Ofrenda
Y ahí dejamos las flores y salimos del recinto a dejar paso porque tras nosotros venía la Fallera Mayor de Valencia. Ella es la que da fin ese día al acto y tras un emotivo discurso y una misa que hacen dentro de la Basílica, todos los asistentes entonan el himno de Valencia. Mira, los pelos de punta.

Una vez termina la Ofrenda el 18 de marzo por la noche, la Virgen ya tiene el manto cubierto, y se queda adornando la plaza durante unos días en los que todo el mundo puede ir a verla.

Fuimos unos privilegiados y al ser los últimos, pudimos quedarnos dentro del recinto haciéndonos fotos y disfrutando del momento. Normalmente, te tienes que ir rápido porque detrás de ti viene otra comisión y todo el rato es entrar y salir. No sé si seré fallera en el futuro, pero lo que está claro es que nunca volveremos a vivir una Ofrenda como esta y que no podríamos tener más suerte de haber vivido esto y juntos. Un recuerdo para siempre.