En el post anterior te hablaba del Templo Blanco, que para mí es en cuanto a templos de las mejores joyas de Tailandia. Hoy te hablo de Wat Rong Suea Ten, más conocido como el Templo Azul de Tailandia. Ya ves que para los nombres, los turistas lo tenemos claro: colores. Yo lo visité el mismo día justo después del Templo Blanco ya que están solo a 20 minutos. Este Templo es prácticamente nuevo y ya se ha convertido en una parada obligada en el norte de Tailandia, así que te cuento todo lo que deberías saber en tu visita.

Entrada al templo: horarios, precios y reglas

Como te decía, está a solo 20 minutos del Templo Blanco, por lo que es una visita a hacer en el mismo día. La entrada es gratuita, y el templo está abierto de 8:00 a 17:00.

Está prohibido entrar al Ubusot, es decir al salón principal del templo, con calzado. Puedes pasear por los alrededores y las afueras sin problema pero una vez dentro te tienes que quitar los zapatos (como en la mayoría de los templos, lleva calcetines en la mochila).

En teoría tampoco está permitido entrar con hombros y piernas descubiertas. Sin embargo, a diferencia de otros templos donde se respira paz y respeto a la religión budista, en este templo hay mucho movimiento de personas. Cuando yo fui, había una excursión de un colegio y estaba todo lleno de niños jugando y corriendo. Quiero decir, que es más «informal», y que aunque hay que mostrar un respeto igual que en todos los templos, no va a haber nadie para decirte nada si vas en tirantes.

en el templo azul de chiang rai

Historia del Templo Azul de Chiang Rai

Donde actualmente se encuentra el Templo Azul, había otro prácticamente en ruinas que los locales decidieron transformar allá por el 2005. El encargado fue Phutha Kabkaew, un arquitecto que había colaborado en el Templo Blanco.

Hasta 2016 no se llegó a construir, por lo que prácticamente este templo nació ayer, aunque según el arquitecto, todavía no está terminado. Se hizo para el rezo y el culto a Buda pero como te he dicho antes, vi demasiado movimiento de turistas y pocos locales. En realidad, una pena.

Qué ver en el Templo

La entrada al templo te la dan dos esculturas gigantes de dos Nagas, que son personajes mitológicos, con cuerpo de serpiente y cabeza de dragón, aunque en este templo las cabezas las construyeron con forma humana. También hay algún que otro dragón custodiando el templo.

dragón en el templo azul

Nada más entrar, hay una fuente que sigue la estética del templo con un buda en el centro y justo a la izquierda, hay otra estatua de Buda, aunque no es la principal.

fuente en el templo azul de tailandia

Su elemento característico es precisamente el azul intenso que pinta todas las fachadas y elementos que lo componen, mezclado con el dorado que cubre los detalles y los tejados. ¿Que por qué azul? Porque representa tranquilidad y sabiduría, algo muy propio del budismo.

El Buda de 6 metros

La parte principal del Templo Azul de Tailandia es el Usubot (el salón principal), donde se encuentra un buda en posición de meditación de 6 metros de altura, que es bastante impresionante. Destacan también los estampados del suelo y las columnas. Es, al igual que el Templo Blanco, una obra de arte.

buda de 6 metros en Wat Rong Suea Ten

Si te fijas en las paredes, hay pinturas de luchas y rezos. Las pinturas cuentan la historia de Buda y del pueblo tailandés para llegar a formarse la religión budista que existe a día de hoy. Al igual que en las iglesias católicas, las obras con Jesús en la Cruz por ejemplo.

En la parte de atrás del templo, hay otro buda en color blanco y rodeando el salón principal, hay una serie de elementos que llaman mucho la atención. Por ejemplo, hay una pequeña fuente con representaciones de Buda en todas las posiciones en las que se le muestra, cada una con un significado diferente.

diferentes representaciones de buda

En resumen, si vas a Chiang Rai tienes que pasarte a ver el Templo Azul. El juego de colores que se refleja en el buda de 6 metros es precioso y no le falta detalle. En mi opinión, le resta un poco de encanto la afluencia de gente. Para ser un templo único en Tailandia arquitectónicamente hablando, no se mantiene esa esencia budista y esa paz que se respira en la mayoría de templos del país, que también reciben viajeros.

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