Antes de nada, Bangkok es una ciudad para visitar más días y volveré. Pero es cierto, que Tailandia es un país muy grande y si quieres aprovechar para recorrer un poco, la capital probablemente sea de paso: a donde llegue tu vuelo y desde donde salgas. Al menos así fue en mi caso. Aterricé en Bangkok a primera hora de la mañana y al día siguiente ya nos íbamos a ver Ayutthaya. Después volví para coger el avión de vuelta a casa y pasé otro día. Si también es tu caso, te digo qué hacer en Bangkok en 2 días para intentar aprovechar al máximo.
Come en los puestos de comida de Chinatown
Qué locura. Yo me alojaba en esta zona, y fue lo primero que hice nada más llegar a las 8 de la mañana. Para desayunar: bolas de pollo picante. Si ya has viajado por el sudeste asiático esto no te pillará de nuevas, pero si es tu primer destino como fue el mío, te sorprenderá hasta cada esquina de este barrio. No hay restaurantes como tal, todo funciona a pie de calle y el olor a especias está por todas partes. Te diré algo con lo que te podrás comunicar y te servirá de mucho en Tailandia: NOT SPICY. Porque si no todo pica, y bastante.
Está todo riquísimo, la verdad. Yo desde mi ignorancia no sabía qué me iba a encontrar, pero es que son brochetas de pollo, pescado rebozado y cosas por el estilo y no por más de 20 céntimos de euro cada uno. Bueno, te estoy hablando de lo que yo comí claro, porque encontrar te puedes encontrar de todo.
Las calles son estrechas pero allí todo vale, verás motos pasar por zonas donde pensabas que no cabías ni tú. Y si por el día hay jaleo, por la noche se llena de tuktuks, se iluminan los letreros de los edificios y hay muchísimo movimiento.
Disfruta del caos en un paseo en tuktuk
Bangkok es un caos, pero un caos ordenado. No vi un accidente y no me lo explico, pero viajar en tuktuk es divertido. Es el medio de transporte por excelencia y aunque también hay Uber, no tiene tanta gracia. De día está bien, pero si tienes oportunidad, coge un tuktuk por la noche y recorre a las tantas las calles principales de Bangkok. No seré yo la que le enseñé a cantar Estopa al conductor de un tuktuk a tope por la calle principal de Chinatown. El precio es el mismo que el de un taxi, pero no hay taxímetro así que lo normal es negociar el precio antes de subir, y es bastante barato. Un trayecto de 15-20 minutos puede costarte 1,5€.
Visita el Palacio Real
Es cierto que si llevas dos semanas viendo templos y te dejas el Palacio Real para el último día como hice yo igual se te hace un poco repetitivo, pero a mí me pareció una pasada. La entrada nos costó 500 THB (unos 14€), que para ser Tailandia es caro, pero es bastante grande. No te dejan entrar con hombros descubiertos ni en pantalón corto, tenlo en cuenta (hasta el punto de llevar una camiseta donde te asome un poco la barriguilla y que te echen la bronca). Aún así está todo pensado, en la puerta venden pantalones y pareos para hacer negocio. El recinto es bastante grande así que merece la pena dedicarle un buen rato.
Al lado del Palacio Real (a 500 metros) está el buda reclinado más grande de Tailandia, con 46 metros de largo y totalmente recubierto en pan de oro. La entrada cuesta 300 THB (unos 8€).
Cena en un Rooftop
La primera noche de mi viaje a Tailandia, cenamos en un Rooftop con vistas al Wat Arun, «El Templo del Amanecer», que se ilumina por la noche y a orillas del río deja unas vistas muy bonitas.
Pero no te estoy hablando de este tipo de Rooftop. La capital tailandesa es una ciudad de rascacielos, y una cosa que hacer en Bangkok es cenar en la azotea de uno de ellos con vistas a todos los edificios iluminados. Nosotros subimos al piso 60 de un hotel de lujo. Ya nos habían dicho que el dresscode era de etiqueta y que debíamos ir de largo. Allí que nos pusimos nuestras mejores galas de mochileros elegantes. El menú costaba unos 30€, que si lo comparas con un puesto callejero es dinero, pero es un precio España estándar, bastante accesible. Lástima que nos empezó a llover antes de cenar y acabamos en un bar de barrio comiendo el último pad thai del viaje (y la mar de a gusto). Al postureo sí que dio tiempo claro.
Vete de compras a MBK Center
O a cotillear. Es el centro comercial más grande de Asia y el más visitado de Tailandia. Es famoso por la cantidad de outlets (o imitaciones más bien) que hay de prácticamente todo, y a muy buen precio. También hay una especie de mercadillo de ropa bastante grande en la planta baja.
Sal de fiesta en Khao San Road
O acércate al menos a ver el ambiente. Yo de verdad que aluciné, pero a bien. La fiesta de Bangkok se concentra en esta calle, y es una mezcla entre postureo de discoteca y verbena en la calle. Son todo pubs abiertos, donde la gente está bebiendo fuera, hay música en todas partes, la mayoría son gratis, y la gente está de buen rollo en general. Es que los tailandeses son buena gente. Nosotros salimos aquí el primer día del viaje y el último y me gustó mucho.
¿Recuerdas lo de que en puestos de comida te puedes encontrar de todo? Pues en esta calle más. Me vas a perdonar, pero yo me niego a comerme un escorpión, y mi apuesta es que lo ponen en una calle de fiesta para que los borrachos se reten entre ellos a comerse lo que sea. Porque yo de verdad que no vi un tailandés comerse un bicho.
Y si solo fueran puestos. Es que si en España tenemos al vendedor de rosas en las fiestas, en Bangkok está la persona que va con la bandeja de escorpiones. Que no, que no me engañan. Y puestos hay de todo, pero lo mejor es que ya lo veas allí con tus ojos.
Y si te queda tiempo, visita los mercados flotantes. Yo me lo dejé pendiente y me quedé con las ganas, pero tengo claro que a Bangkok vuelvo. Me pareció una ciudad completamente caótica pero tiene algo que atrapa. No sé si es la comida, la gente o la emoción de lo diferente, pero es muy distinto a lo que estamos acostumbrados en Europa y eso me gustó mucho. Hay muchas cosas que hacer en Bangkok, pero si vas de paso, como ves a mí me dio tiempo a hacer bastantes cosas, así que todo es cuestión de organizarse. ¡Espero que te sirva!
