Después de sobrevolar en avioneta la Gran Barrera de Coral y ver las Whitsundays desde el aire, teníamos la necesidad de pisar esas playas. Las Whitsundays, son un conjunto de islas enfrente de Airlie Beach formado por 74 islas, algunas de ellas deshabitadas. La que más llama la atención es Whiteheaven Beach, que no por nada es considerada una de las playas más bonitas del mundo. Hoy te cuento cómo fue nuestra experiencia, cómo fuimos y todo lo que hicimos pasando el día en Whiteheaven beach.
Embarcando
Paseando por Airlie Beach te encontrarás con un montón de empresas que venden excursiones y ferrys. Seguramente haya ferrys para ir solamente a la playa a pasar el día por tu cuenta, pero estos no bajan de los 100$.
Nos habíamos quedado con más ganas de snorkel, así que decidimos hacer un 2×1 este día y contratamos una excursión completa.
La hicimos con Red Cat Adventures, y nos costó 220$. Esta fue la excursión que contratamos nosotros, aunque lo hicimos online a través de Get Your Guide.
Quedamos con ellos en la oficina que tienen en Airlie Beach, que casualmente estaba pegada a nuestro camping. Nos llevaron al puerto, donde firmamos las típicas declaraciones responsables que se firman al hacer una actividad de este tipo y nos dieron un neopreno a cada uno.
Después de eso, embarcamos. Si no te quieres mojar, es mejor que no te pongas en primera fila porque es una balsa rápida y entra agua. Y llévate un jersey y un chubasquero si no es verano porque nos congelamos en el trayecto. Hasta calcetines me llevé yo. Para ser tan pequeño, tenía hasta baño.
Esta excursión nos incluía 2 sesiones de snorkel, comida tipo buffet con algún picoteo a media mañana y a la vuelta, y parada en Whiteheaven beach con tiempo libre.
Snorkel
Como te digo, hicimos dos paradas de snorkel. Ambas fueron cerca de la costa en una de las Whitesundays para la que nos costó más de una hora llegar, pero vimos ballenas por el camino y paramos para verlas saltar en el agua. Cuando llegamos a la costa, el barco se quedó parado a varios metros y nos acercaron con una balsa.
Si en la primera parada de snorkel se veían más tipos de peces, en la segunda pudimos ver un montón de coral de todos los colores y formas.
Habíamos hecho ya snorkel en la Gran Barrera de Coral, pero aún así, me llamó la atención también el coral de esta zona. Me pareció curioso que según nos explicaron, cuanto menos color tiene el coral, más sano está. Y yo que pensaba que era al revés.
Whiteheaven Beach
Y llegamos al paraíso. Whiteheaven es la más grande de las Whitsundays. La arena tiene un 98% de sílice, un mineral que se usa para muchísimas cosas, también para los polvos de talco, igual con este ejemplo entiendes la relación. Es por eso que la arena de este lugar es súuuuuper suave y muy muy blanca.
El barco llegó a un lado de la isla donde solo veíamos vegetación. No sé si amarran ahí los barcos para contaminar lo menos posible la zona de la playa o porque aquí empiezan los caminos.
Una vez bajamos del barco, fuimos por un camino indicado hasta un par de miradores donde pudimos ver toda la playa en su totalidad.
Yo nunca había visto algo así, y por algo llevará heaven en el nombre, este sitio es un pedazo de cielo. Después de eso, pudimos pasar un ratito en la playa aunque para mi gusto, hubiera quitado una sesión de snorkel para dedicarle más tiempo a esta parte porque me quedé con ganas de más.
En el agua se podían ver mantas raya, y bañándome en ese sitio me sentí en una película. De hecho, aquí han rodado varias películas y entre ellas, Piratas del Caribe. Resulta que eran Piratas australianos más bien.
Me hubiera quedado horas en esta playa, fue uno de esos momentos que dices “guau, no me puedo creer que esto exista, ni que yo esté aquí”. Sí que es verdad que estuvimos muy poquito rato y en otra ocasión quizás sí que hubiera pagado por el ferry solamente para llegar por la mañana y estar todo el día tirada en el paraíso. En cualquier caso, así fue un día muy aprovechado.