Ayer nos escapamos a Tamborine Mountain, un lugar del que había oído hablar pero todavía no había surgido la oportunidad de ir. Y la verdad, me encantó. Se trata de un parque natural ENORME con un montón de rutas, cascadas y actividades para hacer. Hay varios parques naturales cerca de Brisbane, pero este es diferente. La vegetación es mucho más frondosa y más viva, y la ruta es más ruta y menos paseo. Además, hay piscinas naturales, lo que hacen de Tamborine Mountain un planazo para los meses de verano. Te cuento cómo fue nuestro día:
Cómo llegar y dónde aparcar
Tamborine Mountain está a una horita de Brisbane en coche y la verdad es que se hace corto. No vi ningún autobús, así que supongo que el transporte público a este parque está bastante limitado.
Hay diferentes actividades como distintas rutas, piscinas naturales, pasarelas, y a cada una de ellas hay que desplazarse un poco en coche porque este parque es enorme. Sin embargo, en cada actividad hay un parking gratuito con bastante sitio, así que no tuvimos problema para aparcar en ningún momento.
Curtis Falls Walking Track
Hay un montón de rutas para hacer en Tamborine Mountain y cada una de ellas está dividida en diferentes sectores, así que nosotros nos decantamos por Johala Section donde la ruta era cortita y se podían ver cascadas. El camino que hicimos se llamaba Curtis Falls Walking Track.

Aparcamos el coche en la puerta de la cafetería Curtis Falls Café, donde hay plazas de aparcamiento gratis y encontramos sitio a la primera. Aquí aprovechamos para tomarnos un cafecito antes de empezar la ruta (y a donde a mi amigo Sergi le ofrecieron trabajo por cierto, qué fácil es en este país jaja).
Dejamos ahí el coche y nos fuimos caminando al inicio de la ruta, que está a escasos minutos. Me sigue llamando la atención en Australia que en cualquier parque natural en el inicio de cada ruta, hay baños públicos gratuitos y en bastante buenas condiciones.
Empieza la ruta
Nada más empezar la ruta, conocimos a una familia valenciana que estaba de vacaciones visitando a los abuelos que llevaban 40 años viviendo aquí. No falla, persona que escuchas hablando español, persona con la que te paras a contarte tu vida en un momentito. Es lo que tiene estar al otro lado del mundo supongo.
Empezamos a caminar que como siempre, está todo muy bien indicado y ya me gustó que a diferencia de otras rutas que he hecho en Australia donde todo está lleno de pasarelas de madera, en Tambourine Mountain no las hay. Esto a mí personalmente me da más la sensación de ruta y menos de paseíto, lo siento más monte. Además la vegetación tenía un color tan vivo, que lo hacía diferente a otros parques.

La ruta nos llevó poco más de una horita y eso que fuimos parando a disfrutar de cada punto. Me llamaron muchísimo la atención los árboles: algunos eran enormes, con unos troncos que imponían un montón. De hecho, había varios que habían volcado y no recuerdo ningún tifón cercano pero había tramos con la vegetación destrozada.

Otros, eran altísimos, sobre todo las palmeras. Súper estrechas y súper altas, lo que me hizo pensar en el tamaño que tenían que tener las raíces para sostener todo eso.

Curtis Falls
Uno de los atractivos principales de esta ruta son las Curtis Falls, unas cascadas pequeñitas pero que dejan un paisaje muy bonito. En teoría, en este parque viven ornitorrincos y estuvimos un rato a ver si se dejaban ver en este laguito, pero no hubo manera. Creo que tengo que empezar a asumir que me voy a ir de Australia sin verlos.

La ruta es sencillita aunque canse en algunos tramos, además que nos hizo muchísimo calor. Pero nada que no se pueda soportar con una botella de agua y una buena actitud.
Tamborine Rainforest Skywalk
Una vez terminamos la ruta, cogimos el coche y nos fuimos al Skywalk, unas pasarelas de un kilómetro y medio a 30 metros de altura que atraviesan el bosque. Inocentes de nosotros, pensábamos que eran gratuitas pero no, ¿cómo iban a serlo?
La entrada cuesta 20 AUD por persona y sinceramente, fuimos a comer a la terraza de la cafetería (nuestros tuppers claro), y el paisaje que se veía entre las pasarelas no era muy distinto al que habíamos podido ver en la ruta, así que decidimos ahorrarnos el dinero e irnos al siguiente punto.
Cedar Creek Falls
La verdad es que había leído poco de Tamborine Mountain y no me esperaba esto. El inicio de la siguiente ruta comenzaba al final de una cuesta bastante pronunciada, donde no tuvimos tanta suerte para dejar el coche, no cabía un alfiler. Así que lo dejamos arriba junto a unos pocos desafortunados más, y bajamos caminando (lo que después hubo que subir claro).
Una vez abajo, vimos bastante gente en bañador, así que supusimos que podríamos bañarnos en algún sitio y aprovechamos los baños para cambiarnos (¡lleva bañador en la mochila por si acaso!).
La zona tiene horario de acceso, de Octubre a Marzo que es el horario de verano, está abierto hasta las 20h, el resto del año en cambio hasta las 18h.
Pues aquí no se trataba de una ruta como tal, si no unas pasarelas desde las que se podían ver unas piscinas naturales y una cascada bastante más alta que la anterior.
Había varias señales de prohibido, y no vi acceso a las piscinas por ninguna parte, así que paré a una chica que volvía empapada cómo había entrado y me dijo que directamente, había saltado la valla.

A ver, no está bien, pero donde fueres haz lo que vieres. Había un tramo donde justo al otro lado de la valla, había unas escaleras perfectamente construidas que llegaban a una de las piscinas naturales, así que allá que fuimos. Hay que tener cuidado y no acercarse mucho al borde, porque estaba justo arriba de la cascada y no queríamos precipitarnos al vacío, así que nos quedamos tranquilitos tomando el sol en este punto que la verdad se estaba súper agusto, aunque el agua estaba bastante fresquita.
Después, volvimos a las pasarelas de madera y seguimos más adelante donde en la parte de abajo de la cascada, se formaban más piscinas naturales y para mi sorpresa, había familias enteras faltando la valla y bajando, y las piscinas estaban llenas de gente saltando desde las rocas y pasando un plan dominguero total.
Aunque estoy convencida que al terminar el camino, el acceso era mucho más sencillo, pero supongo que a la gente le gusta la adrenalina.
Actividades para hacer en Tamborine Mountain
Esto es lo que hicimos nosotros, pero Tamborine Mountain da para mucho. Hay distintos campings por si el plan es acampar y pasar más de un día por la zona. También hay tirolinas y actividades de aventura, que esto me hubiera encantado hacer. Nos acercamos al pueblo a ver qué había, pero se trata da dos calles con algún restaurante y poco más. Y no lo sabía, pero también hay un santuario de animales, quizás están ahí todos los ornitorrincos y por eso no vimos ninguno. Lo que sí vimos fueron un montón de iguanas y pavos campando a sus anchas por todo el parque.

Espero que te haya gustado nuestro día por Tamborine Mountain y te sirva de algo si en algún momento pretendes ir. La verdad es que me pareció un planazo veraniego y la naturaleza de esta zona me encantó.