Hay experiencias y experiencias, y esta es una de esas para recordar. El otro día hicimos snorkel en la Gran Barrera de Coral y descubrir el fondo marino ya fue increíble. Pero esta vez, decidimos sobrevolarla en avioneta, y me quedé sin palabras. Es impresionante el juego de colores y las maravillas que es capaz de hacer el mundo. Parecía un cuadro con los colores retocados pero no, lo que vimos es la realidad que nos regala este pedacito del Pacífico. Pedacito por decir algo, porque es enorme. En este post te cuento cómo fue sobrevolar en avioneta la Gran Barrera de Coral, información y las imágenes que nos regaló este momento.

Sobrevolar en avioneta la Gran Barrera de Coral: Precio e información

Sobrevolar la Gran Barrera de Coral en avioneta no es barato, pero es totalmente accesible. Piensa que es como alquilar una avioneta prácticamente privada, y el vuelo dura una hora que no es poco.

Nosotros lo reservamos a través de Viator con la empresa Fly Australia Charter (es más barato así que a la empresa directamente). Caminando por Airlie Beach hay varias empresas que ofrecen el servicio pero corres el riesgo de quedarte sin plazas, por eso decidimos reservarlo con antelación por Internet.

El traslado al aeropuerto y el vuelo nos costó 289$ por persona, que vendrían a ser 180€. Sinceramente, merece la pena cada céntimo. No es algo que se haga todos los días y seguramente solo vaya a estar una vez en este lugar del mundo, así que señor piloto tome todo mi dinero.

Cuando llegamos al aeropuerto había varias avionetas y estábamos más de un grupo. En la nuestra fuimos nosotros 5, 2 chicas más y el piloto; es decir, cabíamos 8 personas.

Así empezó la experiencia

Elegimos el vuelo de las 11, y quedamos a las 10:20 en un parking de Cairns donde nos vinieron a buscar en un minibús para llevarnos al aeropuerto. En menos de 20 minutos estábamos allí. No es el aeropuerto comercial, es uno específico para este tipo de vuelos.

Explicación inicial

Entramos en una sala de espera y allí el conductor que nos había llevado nos dio una breve explicación con las típicas normas de seguridad de un vuelo, chaleco salvavidas, aterrizajes de emergencia y un montón de cosas más que no entendí porque hablaba a velocidad x2 mirando al suelo y mi inglés llega hasta donde llega.

Subimos a la avioneta

Nos dividieron a las personas que estábamos allí en dos grupos, uno para cada avioneta y nos presentaron a nuestro piloto.

Nos acercamos a la avioneta, y allí nos hicieron una foto a todo el grupo. Una vez allí, nos pidieron que eligiésemos entre nosotros quién iba a ir de copiloto y suerte de la vida me tocó a mí.

grupo en avioneta

El papel del copiloto es básicamente el mismo que cuando te toca una puerta de emergencia en un avión comercial. Me explicaron cómo abrir la puerta en caso de emergencia y que no tocase nada porque la avioneta tiene dos mandos y están conectados a los del piloto, como los coches de la autoescuela.

Lo bueno, es que pude ver de cerca todos los cuadros de mando que eran curiosos y dependiendo del ángulo del vuelo, la vista era más amplia. Digo dependiendo del ángulo, porque la mayor parte del tiempo por la ventana delantera solo veía nubes.

También llevé unos cascos iguales que los del piloto, que llevan micrófono, y lo que yo decía lo escuchaba el resto de pasajeros. Por eso mismo decidí no decir nada en todo el viaje, no vaya a ser que los de la torre de control se hiciesen un lío y tuviésemos un disgusto.

Sobrevolando la Gran Barrera de Coral

Emocionante, esa es la palabra. Despegamos y comenzamos sobrevolando la zona donde se veía mucha vegetación, aunque ya se empezaba a ver el color azul de esta zona del mar.

vistas desde la avioneta

Poco a poco nos fuimos adentrando en mar abierto, hasta que llegamos a las famosas Whitesundays, las islas que se encuentran en plena barrera de coral en frente de Airlie Beach. Ya te hablaré en otro post de estas islas, pero la forma que hace la arena y ese color no lo había visto en la vida.

whitesundays

Después, nos fuimos a la Gran Barrera de Coral y aquí sí que sí empezó el espectáculo. Yo no me lo podía creer; parece que están dibujadas todas las formas que hace el coral, y retocadas con photoshop para que el azul parezca más intenso.

Se veía perfectamente el límite del océano con la barrera de coral, y por dónde pasan los barcos para llegar al punto donde se hace snorkel, tanto que parece un río que ha hecho la naturaleza para dejarnos pasar.

barrera de coral desde el aire

El piloto nos iba dando información sobre este lugar, y se me ha quedado la frase: «Welcome to one of the wonders of the natural world«, porque sí, la Gran Barrera de Coral es una de las maravillas del mundo natural.

Nos llevó al corazón más famoso del mundo, icono de la Gran Barrera y le dimos la vuelta para que lo viesen tanto los que estaban sentados a la derecha como a la izquierda. No deja de ser un 1% de coral comparado con todo lo que le rodea.

Vuelta al aeropuerto

Después de todo lo que acabábamos de ver, pusimos rumbo de vuelta al aeropuerto y aparcamos justo en la gasolinera, que me hizo gracia porque parecía la de un coche. Que igual son así todas las gasolineras de vehículos aéreos oye.

Sobrevolar la Gran Barrera de Coral en avioneta sin duda fue la mejor experiencia del viaje y una de las más emocionantes de mi vida. Me encanta volar, y hacerlo sobre una de las maravillas del mundo fue algo que me llevo para siempre. De verdad, merece muchísimo la pena.

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