Vaya pasada. Una de las actividades que sabíamos que queríamos hacer sí o sí en nuestro roadtrip por la costa este de Australia era descubrir la Gran Barrera de Coral. Decidimos hacerla desde Cairns, al norte del país, para sobrevolarla en avioneta desde otro punto. En este post te cuento nuestra excursión de snorkel en la Gran Barrera de Coral desde Cairns, lo que hicimos, lo que vimos e información de este paraíso.
La Gran Barrera de Coral
Para ponernos un poco en situación, la Gran Barrera de Coral es enooorme, aunque esto no sea nada nuevo, se ve desde el Espacio. Es la especie viva más grande del mundo, porque sí, el arrecife de coral no es un puñado de piedras, tienen vida.
Se extiende a lo largo de unos 2600 kilómetros frente a la costa de Queensland, al nordeste de Australia.
Excursión en barco desde Cairns
Nosotros fuimos con Dreamtime Dive, aunque lo reservamos a través de Get Your Guide y nos costó 195$ (unos 120€). Nos decantamos por este proveedor y no por otro porque además de todo lo que te incluyen los demás, en este te iban dando explicaciones sobre la cultura aborigen.
El trayecto
El punto más cercano desde Cairns a la Gran Barrera de Coral está a hora y media aproximadamente en barco así que nada, en este punto solo nos tocaba tener paciencia mientras nos adentrábamos en mar abierto hasta llegar.
Nada más subir, nos dieron medicamento para el mareo porque tuvimos mala suerte con el tiempo y entre la lluvia y la marea agitada, teníamos todas las papeletas de encontrarnos tirando a regular. Bueno «nos dieron», 3$ la pastilla.
Tuvimos que firmar un documento donde informábamos de cualquier problema de salud que podamos tener y la declaración responsable donde asumes cualquier tipo de riesgo.
Después nos dieron a cada uno nuestro material para el snorkel: aletas, gafas y tubo de bucear, que tuvimos que guardar durante todo el trayecto. Que digo yo que nos lo podrían haber dado cuando hubiésemos llegado.
Era un catamarán de 3 pisos, uno de ellos interior, donde nos recibieron con dulces y café. Nos fue lloviendo a ratos, y de vez en cuando salía el sol. Fue un viaje movidito.
Cultura aborigen
Como te decía antes, parte de la tripulación nos fue dando breves explicaciones sobre la cultura aborigen. Nos contaron cómo se pescaba antiguamente ayudándose de un machete y un palo donde iban clavando el pescado (lo que sería un espeto gigante).
Después nos hablaron de su música tradicional. Utilizan un instrumento peculiar, que son tubos con cera en un extremo que moldean con la forma de su boca y por el que reproducen sonidos que con el eco, intensifica el sonido. Instrumento que las mujeres no tocan por cierto. Eso sí, tenían una decoración preciosa. También nos hicieron una demostración de sus bailes y fue curioso.
Donde el océano se une con el coral
Es muy fuerte. Cuando el barco llegó y paró, se podía ver perfectamente dónde termina el mar y empieza la Gran Barrera de Coral. Al tener tan poca profundidad, la barrera tiene un color muchísimo más clarita y deja un juego de tonos azules impresionante. Y eso que teníamos mal tiempo, me hubiera encantado poder disfrutar de ese paisaje con sol. También se notaba en la temperatura; no sé cómo estaría el océano, pero la zona de la barrera de coral estaba calentita.
Nos explicaron cuánto nos podíamos alejar del barco (para no entrar en mar abierto, básicamente), señales de comunicación con el equipo para ir asegurándonos de que todos estábamos bien y cómo portarnos con el coral para no hacernos daño, porque puede cortar y generar infecciones.
El mundo es una pasada
La primera vez que metí la cabeza dentro del agua ya aluciné. La combinación de colores del coral es impresionante; morados, azules, amarillos, naranjas, y un montón de tonos que se mezclan con el color de los miles de pececitos que viven aquí.
Vimos peces que no habíamos visto nunca, y de todos los tamaños. Lo que eché en falta fueron tortugas, mantas raya o algún tiburoncito despistado.
En cualquier caso, era como nadar en un acuario gigante donde pasas a ser uno más de la fauna que allí habita.
Nos llevaron a dos puntos diferentes de la Gran Barrera de Coral, y si la primera me gustó, la segunda ya me dejó sin palabras. Los colores eran todavía más intensos y el coral era tan alto que sobresalía de la superficie.
Empezó a diluviar mientras estábamos en mitad de la nada y aunque con sol evidentemente sería más bonito, nos dio igual y disfrutamos de la lluvia cayendo sobre el océano.
¿Es peligrosa la Gran Barrera de Coral?
A mí me daba miedo la fauna marina, y por supuesto que le pregunté a la tripulación por presencia de tiburones en esta zona. Sobre todo cuando en la explicación previa, nos dijeron que si tocaban una campana volviésemos corriendo al barco sin preguntar. Lo relacioné con aparición de tiburones pero me dijeron que en la barrera viven tiburones de coral, que son una especie nada peligrosa y que el miedo es mutuo, así que si aparecía alguno lo más probable es que él también huyese.
Lo más peligroso que puede haber y es en lo que menos piensas, es el mismo coral. En un despiste hubo un momento que me lo vi a centímetros de la cara, y eso podía haber acabado mal. El coral corta, un roce puede ser un rasponazo importante, y lo peor es que puede generar infecciones. Así que lo mejor es disfrutar de él pero desde una distancia prudente.
Pero no, si lo que te preocupan son los animales, hacer snorkel en la Gran Barrera de Coral no es peligroso.
Doble moral
Lo que me dió por pensar haciendo snorkel en la Gran Barrera de Coral, es que nos la estamos cargando y que estábamos contribuyendo a eso. Estando ahí, todos queremos disfrutar de este paraíso, y la verdad es que esperaba muchos barcos con mucha más gente nadando, pero éramos el único (al menos en esta zona).
Sin embargo, aunque fuéramos menos personas de las que esperaba, sí que inevitablemente alguien sin querer le puede dar una patada al coral mientras nada. Y eso, multiplicado por la gente que irá a lo largo del año, perjudica el entorno.
Quiero pensar que solamente se explotan unas zonas de la barrera y se intenta preservar todo lo demás.
En fin, en cualquier caso y dejando la ética a un lado, hacer snorkel en la Gran Barrera de Coral una experiencia increíble. Merece muchísimo la pena y aunque es un poco caro, este lugar es único en el mundo y es algo que no se vive todos los días. Sin duda, uno de esos días que te guardas para siempre.