Esta semana tengo poco que contarte, porque conseguí varios turnos en ambos trabajos y la mayor parte de la semana me la he pasado trabajando. Pero por una buena razón…¡esta semana me voy a Sidney! Así que como no voy a trabajar apenas, quise compensar. Ya sabes, el alquiler se paga igual. Bueno, y he tenido mi primera lucha con Spiderman en mi habitación. ¡Pedazo de araña me entró en casa! Así ha sido mi octava semana en Australia:

He subido de nivel en la academia

¡Sí! Tuve examen la semana pasada para evaluar el nivel y me propusieron subir al nivel avanzado. Me lo estuve pensando porque solo había por las tardes y suponía cambiarme toooodo lo que tenía montado con el trabajo para poder acoplar bien los horarios. Pero bueno, como el inglés al fin y al cabo es uno de mis objetivos aquí, he hecho el cambio y mañana empiezo ya por las tardes en el siguiente nivel.

Cambios en los trabajos

Claro, al cambiarme las clases al horario de tardes, me ha cambiado la disponibilidad. En el hotel empezaré a ir por las mañanas por turnos y en el otro, he tenido la «suerte» de que mi compañera la que me metió ahí, se va de Australia. Así que buscaban a alguien por las mañanas y me irán acoplando los horarios poco a poco hasta tener una estabilidad y una rutina (y acabe dejando el hotel para quedarme solo ahí con los fines de semana libres).

Empiezo a darme cuenta de las despedidas

Suerte entre comillas, porque me da pena que se vaya mi compi. Desde que llegué a Australia ha sido mi ángel de la guarda; me ha conseguido trabajo y me lo ha dado todo literalmente. Ha sido irse ella y venir los Reyes Magos. ¡La de cosas que me ha dado! Ropa de trabajo, cremas, saco de dormir, mochilas…

Yo acabo de llegar como quien dice, pero para otros ya termina la experiencia y vuelven a casa. Aquí las relaciones se intensifican bastante, y es una pena coger relación con alguien y que justo se vaya. La semana que viene se va otra amiga, pero así es esto. Gente nueva que llega, gente que se va. También forma parte de la experiencia aprender a despedirse.

Por otro lado me siento afortunada en este sentido porque los amigos que hice la primera semana y con quienes paso la mayor parte del tiempo, por benditas casualidades de la vida tenemos el visado hasta exactamente el mismo día.

Una semana con mucho trabajo

Cosa por la que también me siento afortunada, ya que no todo el mundo encuentra trabajo tan pronto. Esta semana he hecho desde servicio de habitaciones en un hotel, hasta servir mesas en una entrega de premios (televisados por cierto), cortar ingredientes en una cocina o ser camarera en el cumpleaños de una millonaria. Vaya casoplón y vaya cumpleaños. El sueño de mi vida: toda la familia y amigos, banda de música en directo montando una verbena en el jardín de tu mansión. Como ves, aquí hago de todo, pero me entretengo. En el hotel trabajo con mis amigos y me echo unas risas, y en el catering veo casas de millonarios.

Cata de cervezas

¿Soy yo fan de la cerveza? Solo a veces. ¿Que la respuesta a un plan gratis siempre es un sí? ¡Por supuesto! Hay un bar en esta ciudad que es una fábrica de cerveza. Es enorme y está genial, hay conciertos, campeonatos de ping-pong, tours…y es de los pocos que cierra tarde (a una hora razonable más que otra cosa).

El caso es que unos amigos fueron a un campeonato de ping-pong y les dieron un tour por la fábrica y me dijeron de ir con ellos. ¡Pues planazo! Nos enseñaron la fábrica, nos explicaron la elaboración de la cerveza y nos dieron a probar diferentes variedades. Muy interesante (de lo que me enteré porque claro, mi vocabulario en inglés tiene un límite) y muy simpático nuestro guía.

Pues esa ha sido mi semana. Este jueves me voy a Sidney y me hace mucha ilusión. Ya sabes lo que significa eso, la semana que viene te cuento qué tal y subiré planes allí y muchas fotitos. Primer viaje interno por Australia, ¡espero que de muchos!

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