Día 0: Llegada, recoger caravana y dormir cerca de Auckland
Ya en el avión se veía que la naturaleza nos iba a acompañar durante todo el viaje. Aterrizamos en Nueva Zelanda sobre la 13:30 de la tarde, y por suerte al ir desde Australia, el cambio horario no era tan grande como para que nos afectase el jetlag, solo había dos horas de diferencia. Al llegar, comimos cualquier cosa en el aeropuerto, cualquier cosa llamada Burger King. Qué raro ver “Burger King” después de 8 meses en Australia llamándolo Hungry Jacks. Este día lo dedicamos a recoger la caravana, hacer la compra y relajarnos antes de empezar nuestra ruta por Nueva Zelanda.
Llegada al aeropuerto de Auckland
La puerta de entrada a Nueva Zelanda llamó nuestra atención. Cómo de integrada está la cultura maorí en el país y qué bonitas son las esculturas de madera de su cultura.
Tal y como te cuento en el post sobre los preparativos para viajar a Nueva Zelanda, hay cierta documentación que tenemos que completar para entrar en el país. Ya habíamos solicitado la NZeta, el visado para viajar a Nueva Zelanda, y junto con él nos enviaron un par de documentos a rellenar antes de llegar, por lo que llegamos con los deberes hechos. Por un momento dudamos cuando vimos a la gente con el papel en físico, pero al haberlo hecho online, no tuvimos que hacer nada más allá que un control de aduanas.
Recogimos la caravana
Después de comer en el aeropuerto para irnos con las cosas hechas, nos fuimos a las oficinas de Kiwi Campers, la empresa con la que alquilamos la caravana, que estaba a menos de 10 minutos en coche así que pedimos un Didi que nos costó 16,90 NZD (8,30€). También hay Uber, pero Didi es prácticamente lo mismo allí y suele ser más barato.
Una vez en la oficina de Kiwi Campers, rellenamos la documentación, nos explicaron el contrato y el funcionamiento de la caravana y nos dieron las llaves. Fue aquí donde nos explicaron el tema de la etiqueta “Self Contained“, y la obligación que hay en Nueva Zelanda de contar con baño o los típicos orinales de viaje para poder pernoctar en los denominados Freedom Camping. Nos dieron la opción de dejar el orinal si no lo íbamos a usar, porque nuestra idea era ir parando en baños, pero decidimos llevárnoslo aunque no lo sacásemos de la bolsa para poder acampar donde quisiéramos y tenerlo si nos hacían una inspección.
Fuimos a hacer la compra
Después de hacernos un poco a conducir con el volante al otro lado, fuimos a por las tareas del primer día de viaje. Por suerte tanto el aeropuerto, como la empresa de las caravanas estaban muy cerca de la ciudad. Fuimos a hacer la compra a un Woolworths, mi supermercado también en Australia (los hay más baratos la verdad). La diferencia es que en Nueva Zelanda, sí venden alcohol dentro de los supermercados, pero necesitas el pasaporte para poder comprar aunque sea una cerveza.
Después de llenar la despensa, ya se nos había hecho tarde, así que decidimos ir a dar un paseo por Herne Bay, que tenía unas vistas muy bonitas.
Camping gratuito
Se nos hizo de noche, así que decidimos acampar cerca de Auckland para estar lo más cerca posible al día siguiente porque nuestro plan era ver la ciudad. Encontramos un parking gratuito donde había algunas plazas para furgonetas y caravanas, y baños públicos que estaban bien.
Lo que no había eran duchas, pero ya nos dimos cuenta en este viaje que Nueva Zelanda para ser un país hecho para recorrer en caravana, pocos campings están equipados con baños completos.
Al menos era gratuito y silencioso, así que fue un buen sitio a muy poca distancia de Auckland. Ya estábamos listas para el día siguiente.