Abel Tasman National Park, ubicado en la región de Tasman, al norte de la Isla Sur de Nueva Zelanda, es el parque nacional más pequeño del país, con una extensión de aproximadamente 225 km². A pesar de su tamaño, es uno de los más populares gracias a su combinación de playas doradas, aguas cristalinas, vegetación y planes al aire libre que se pueden hacer en la zona. En nuestra ruta por Nueva Zelanda íbamos bastante justas de tiempo, así que no podíamos quedarnos mucho, pero no queríamos perdernos este parque nacional porque nos habían hablado mucho de él. Además, pilla bien tras llegar en el ferry desde la isla norte. Te cuento lo necesario sobre el parque nacional de Abel Tasman.
Información sobre Abel Tasman
Fue declarado parque nacional en 1942, conmemorando el 300.º aniversario de la llegada del explorador holandés Abel Tasman a Nueva Zelanda en 1642. Aunque tiene gracia porque este señor nunca desembarcó en la zona; su encuentro con los maoríes resultó en movida.
De hecho, en la entrada principal, en Marahau, una de las cosas que se pueden ver en Abel Tasman es algún elemento que rinde homenaje a la cultura maorí, como el arco tallado (que me recordó un poco al que vimos en Auckland) y una escultura que representa a un tiki o figura ancestral maorí.
Precio y aparcamiento
Acceder a Abel Tasman es totalmente gratuito, solo tendrás que pagar si decides hacer noche en un alojamiento aquí, pero entrar es gratis.
Lo mismo con el aparcamiento, hay un parking público dentro del parque nacional y puedes dejar ahí tu vehículo el tiempo que quieras sin problema.
Actividades en Abel Tasman National Park
Hay bastantes cosas que se pueden hacer en el Parque Nacional de Abel Tasman.
Senderismo:
La Abel Tasman Coast Track es una de las Great Walks de Nueva Zelanda. Esta ruta de 60 km se recorre en 3-5 días (una especie de Camino de Santiago) y ofrece vistas espectaculares, pasos por playas desiertas y vegetación tropical.
Hay senderos más cortos y accesibles para quienes no tienen tiempo para realizar toda la ruta. Es decir, nuestro caso. Estas son las opciones que teníamos para una tarde:
Cuando aparcamos el coche, vimos varias familias que justo llegaban también, y serían las 15h. Nuestro plan fue dar una vuelta tranquila por un camino que atraviesa la vegetación y volver por la playa antes de que subiera la marea.
Hay que tener esto en cuenta, porque hay tramos que desaparecen con la marea. De hecho, hubo un momento de..”y ahora qué hacemos”, pero nos dio tiempo.
Además de senderismo, es muy común en este parque hacer kayak, tours en barco que permiten explorar el parque rápidamente accediendo a playas más remotas, snorkel por el color de agua y paseos a caballo por la playa. Estas actividades sí que hay que reservarlas con tiempo, no es llegar y ya está.
El Parque Nacional Abel Tasman es un rincón muy bonito de la isla sur de Nueva Zelanda. Además, nos pillaba de camino en nuestra ruta, así que fue perfecto en nuestro día de llegada a la isla. Eso sí, nuestra visita fue rápida y de paso, más bien un hacernos a la idea el lugar, y continuar hacia el siguiente destino.
