Ayyy qué monísimos. Cuando planeé mi viaje a Melbourne, dados los días que tenía, tuve que elegir entre visitar la Great Ocean Road o los pingüinos de Phillip Island. Y qué quieres que te diga, la Great Ocean tiene que ser increíble, pero los 12 apóstoles para mí, no dejaban de ser 4 pedrolos en el mar. Sin embargo, visitar una colonia de los pingüinos más pequeños del mundo me parecía muy curioso. Además, a mi abuelo le encantan los pingüinos y ya solo por eso, lo tuve muy claro. Hoy te cuento cómo fue mi experiencia en el desfile de pingüinos de Melbourne:
Qué es el desfile de pingüinos
Lo han llamado así y la verdad es que me parece gracioso. El famoso desfile de pingüinos ocurre al atardecer, cuando cientos de pingüinos enanos (también llamados little penguins, por ser la especie más pequeña del mundo) vuelven a casa después de un día largo de pesca en el océano. Mira, son una monada.
Los pingüinos enanos miden solo unos 33 centímetros y pesan alrededor de 1 kilo. Estos animalitos viven en Phillip Island, a unos 140 km al sureste de Melbourne, y cada noche hacen su recorrido desde el océano hasta sus madrigueras en la playa. Lo que más me sorprendió es la organización que tienen, cómo van todos en chupipandi y se van esperando unos a otros. Además de lo graciosos que son, porque son tan pequeños que las olas se los tragan, les tiran, se tropiezan…
¿Cómo es la experiencia?
Para visitar a los pingüinos de Melbourne, yo reservé una excursión donde por la mañana me llevaron a Puffing Billy Railway, y por la tarde a Phillip Island. No está cerca de Melbourne, así que me pareció la mejor opción teniendo en cuenta los traslados. En este artículo me voy a centrar en la parte de los pingüinos.
Una vez entramos en Phillip Island, flipé con la cantidad de animales que había por la carretera, que parecía eso un safari. Había un montón de wallabies en un entorno que me pareció súper salvaje, así como aves cruzando las carreteras.
Una vez llegamos al Centro de Conservación de pingüinos o Penguin Parade, me di cuenta de la que hay aquí montada. La colonia de pingüinos que hay en Phillip Island, está protegida por ese centro, y para acceder a esa playa, hay que pagar una entrada que va destinada a su cuidado y su protección.
Que también te digo, la cantidad de merchandising que hay para sacar tajada también está por todas partes.
Se trata de un acontecimiento totalmente natural, por lo que no hay una hora de comienzo en concreto. Para acceder a la playa, hay que cruzar el centro que también hace el papel de museo donde puedes leer información interesante sobre los pingüinos. Como te digo no hay hora, pero cada día, escriben en una pizarra la hora a la que aparecieron la noche anterior, la cantidad de pingüinos que se dejaron ver, y la hora estimada para ese día.
Sí, hay alguien que se dedica a contar los pingüinos uno a uno. De hecho pregunté cómo iba esto porque me llamó mucho la atención, y me explicaron que hay una persona con prismáticos desde una cabina que cada día los apunta y que aunque se le puede escapar alguno, es bastante preciso.
Yo estuve haciendo tiempo en el museo hasta que se acercó la hora estimada para ese día porque hacía un frío fuera que pelaba, pero es cierto que cuanto antes llegues a la playa, mejor sitio cogerás.
Una vez se sale del centro, hay unas pasarelas de madera que dan acceso a la playa. Si te fijas bien a los lados, podrás ver las madrigueras e incluso algún pingüino durmiendo en el interior.
Empieza el espectáculo
En primera línea de playa hay gradas donde los espectadores nos sentamos para disfrutar del espectáculo. No esperaba tanta gente, la verdad.
Una chica con un micrófono nos explicó el funcionamiento del Centro de Conservación de Pingüinos, en qué consiste su trabajo, y cómo debíamos comportarnos para mantener la calma de los animales y no influir en su entorno. Debíamos mantener silencio, y hacer fotos o vídeos estaba totalmente prohibido por los flashes accidentales que podían dañar la vista sensible de los pingüinos.
Nos explicó que solamente un 3% de los pingüinos de esa colonia están registrados y reciben un seguimiento, por lo que no son conscientes de la cantidad de pingüinos que puede haber. Es un entorno totalmente natural, y ellos trabajan para que los pingüinos continúen haciendo su vida alli.
Esto sí que me llamó mucho la atención; cómo somos los humanos, que se pasearon con qr donde podías descargar de manera gratuita fotos de los pingüinos para que cuando empezasen a salir, ya tuvieras la foto y no te dieran ganas de hacerles más. Además, las fotos que nos dieron iban a ser muchísimo mejores que las que cualquiera fuese a hacer.
Una vez se hizo de noche, fue cuestión de esperar. Se hicieron de rogar y llegaron tarde a la cita, pero poco a poco empezaron a aparecer uno de tras de otro y yo aluciné con la de cientos y cientos de pingüinos que se movían en manada.
Cuando ya llevaban un rato, la gente se empezó a marchar y pude quedarme en primera fila a disfrutar de ellos.
Vuelta a la madriguera
Yo creo que esta fue la mejor parte en realidad. Cuando los ves en el mar, están lejos. Pero es que cuando vuelven a la madriguera, puedes ir caminando a su lado, viéndolos muy de cerca. Me hacían mucha gracia, son tan enanos que cualquier pasito que dan les hace tambalearse de un lado a otro. Se van esperando unos a otros, si falta alguno se dan la vuelta para ver dónde están. Son una familia y me encantaron. En mi instagram tienes videos de ellos correteando.
Tips para disfrutar más del desfile de pingüinos
- Lleva ropa abrigada. Aunque el día esté cálido, al atardecer en la playa puede hacer frío, especialmente con el viento. Yo pasé un frío increíble y eso que llevaba abrigo y gorro. No sé qué tiempo hará en otra época del año y puede que es porque yo fui en agosto que es invierno, pero estás una hora u hora y media sentada delante del mar, y hace rasca.
- Llega temprano. Aunque haya una hora estimada y se esté más agustito en el museo, si llegas muy tarde te sentarás en última fila y lo único que verás será la cabeza del de alante.
- Respeta a los pingüinos. No hagas la triquiñuela de hacerles fotos anda (o al menos no con flash). Estás en su casa y tienes que ser parte del entorno molestando lo menos posible.
Ver el desfile de pingüinos en Melbourne a mí me gustó mucho. Era la primera vez que veía pingüinos en su hábitat natural. Estaban ahí haciendo su rutina diaria, y tú un espectador. Una experiencia más en Australia.