Pues sí, esta semana ya ha empezado la vida real. El lunes empecé la academia así que ya tengo una alarma fija que me obliga a despertarme todos los días a la misma hora y ya he empezado a echar CV. Mi casa ya se siente una casa, y eso de apuntarme a cualquier plan ha hecho que esta semana me lo haya pasado bastante bien. Te cuento:
Empieza la academia
Como te digo el lunes tuve la presentación de la academia, donde me ubicaron en una clase según el nivel y me enseñaron el edificio. Voy de 8:45 a 14:30, así que como ahí todos los días. Está bien porque en el rato de la comida coincido con gente de todos los países que no van a mi clase y es un buen momento para hablar en inglés en un ambiente relajado con gente que tampoco es nativa. Aunque también te digo, el 30% somos españoles y el otro 30% colombianos, así que practicamos lo justo y necesario.
De momento, las clases me gustan y no se me hacen muy pesadas, que estaba yo preocupada por hartarme de tantas horas, pero qué va. Son bastante útiles y aunque damos gramática, tenemos ratos de pronunciación, expresiones del día a día y cada semana votamos para una asignatura extra. Esta semana tuvimos marketing (cosa que me viene bastante bien), y la semana que viene tenemos café, que supongo yo que será tanto para trabajar en cafeterías como vocabulario de bares.
Después de clase esta semana he estado aprovechando que estaba en el centro y he ido a echar cv. Me estoy sorprendiendo con lo bien que me entiendo con la gente. Hay cosas que no hay tu tía y yo no sé si me hablan en inglés o en swahili, pero en general bastante bien incluso por teléfono de los sitios que me han llamado. La mayoría buscan gente por la mañana pero todavía no quiero cambiarme la academia a las tardes, voy a intentar encontrar algo que me cuadre.
Mi casa ya se empieza a sentir casa
Creo que he acertado escogiendo esta casa. Aquí amanece tan pronto, que a las 6:30 de la mañana me despierto fácil y a las 7 parecen las 12, así que estoy intentando levantarme para hacer deporte en el jardín por las mañanas. Me gusta tener este espacio y que todo el barrio esté rodeado de naturaleza. Mira mi camino para ir al súper:
Por otro lado, mis compañeros me están cuidando un montón y me están haciendo sentir en casa. Me han hecho la cena un par de días, crepes con nutella para desayunar, y a mí es que con comida se me compra fácil. Ya hemos tenido día en casa de jugar a juegos de mesa mientras hablamos de la vida, y tener una zona de confort es algo que agradeces cuando estás tan lejos de casa. Además una compañera me está echando una mano para encontrar trabajo, y vamos a ver si puedo entrar en el suyo. Además de que ya me he comprado cosas «de casa» como almohada y toallas, que hacen que lo sienta más mío.
He ido a ver un partido de Rugby
Sííí. Qué pasada. Ya hice un post hablando sobre cómo fue la experiencia viendo un partido de rugby en Australia por si quieres leer más sobre ello, pero me encantó. Era algo que quería hacer y surgió el plan, así que de una.
Yo me sentía en una película entre las animadoras y los fuegos artificiales. La verdad es que fue súper divertido.
Celebramos St Patrick’s Day
La que se lía en Brisbane con el santo del señor Patricio. ¿Que había desfiles y cosas? Sí. ¿Que fuimos al pub irlandés y nos quedamos allí toda la tarde? Pues también, no te voy a engañar.
En la entrada del pub habían cercado un trozo de la calle y habían puesto un escenario, y hubo fiesta todo el día. Qué diferencia de horarios eh, a las 16h estábamos allí, y no eran ni las 12 y yo ya estaba en mi casa, pero a gusto.
Hubo conciertos, danzas típicas irlandesas, música, gaitas y cerveza. Allá que fui yo de verde a saltar en primera fila. Primer día de fiesta en condiciones aquí en Brisbane, y aprobadísimo. Eso sí, no te voy a decir el precio de la cerveza porque igual te caes pa’ atrás.
Pues todo eso te cuento. Esta semana tengo un par de entrevistas así que veremos si consigo trabajo antes de cumplir el mes, serían unos tiempos muy buenos. Todo se está asentando, y la verdad es que me estoy rodeando de buena gente, gente que acaba de llegar también y con quien me estoy apoyando, y gente que lleva tiempo y me está acogiendo como si me conociese de toda la vida. Parece que aquí todos sentimos un «si das al resto, el resto te dará a ti». Como que todo el mundo te lo ofrece todo sin conocerte y es bonito ver cómo te ayudas con gente que acabas de conocer por el simple hecho de estar en la misma situación. En fin, nos leemos el domingo que viene. ¡Seguiremos informando!
