Kuranda es un pueblito situado en mitad de un bosque tropical declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad. Está a 40 minutos de Cairns, así que es una excursión perfecta de un día desde ahí. Hay varias atracciones turísticas en esta zona, y aunque hay muchos tours organizados que te llevan y te traen con los que ver varios de ellos, nosotros decidimos ir por libre. Te cuento qué hacer en Kuranda en un día o al menos lo que hicimos nosotros.
Qué hacer en Kuranda
Cuando planeamos este día, teníamos que elegir entre todas las cosas que había para hacer porque no nos daba tiempo a hacerlo todo y solo teníamos un día para aprovechar Kuranda. Una de las atracciones más famosas de la zona es el ferrocarril por mitad de la selva que sin duda tiene que ser increíble, pero nos decantamos más por hacer rafting en el río Barron, ya que nos parecía una actividad más divertida y emocionante.
Otra cosa que nos perdimos pero que si tienes oportunidad intentaría ir, son las cataratas del Barron. Nos pillaban muy a desmano pero tienen 230 metros de caída por lo que tienen que ser impresionantes.
Ahora sí, te cuento lo que sí que hicimos.
Senderismo en Kuranda
El rafting era por la tarde, así que decidimos aprovechar la mañana y recorrer un poco la selva por alguna de sus rutas. No te voy a engañar, esperaba un poco de rutas salvajes pero como todo en Australia, está muy preparado para el turismo.
No son rutas, son pasarelas de madera que recorren el bosque y es un paseo por la naturaleza, que no está mal, pero no es una ruta de trekking como tal.
En cualquier caso, pudimos pasar la mañana entre árboles gigantes, ríos y paisajes naturales preciosos que le dan encanto a Kuranda.
Hay varias rutas por Kuranda y nada más llegar, nos encontramos con este cartel donde se podían ver las diferentes opciones. Está indicado el tiempo estimado que lleva cada una, así que teniendo en cuenta que queríamos ver los famosos mercados y a las 14 teníamos que estar comidos para ir al rafting, decidimos hacer una cortita.
Mercado de Kuranda
Cuando volvimos de la caminata, nos dimos un paseo por el pueblo. Está literalmente perdido en mitad del bosque, rodeado de vegetación y naturaleza. No sé si habrá gente viviendo aquí porque de verdad que está en medio de la nada, aunque tiene un colegio y restaurantes por lo que entiendo que sí.
La cultura aborigen está presente en cada esquina, y es que originalmente Kuranda estaba habitada por el pueblo Djabugay, una de las comunidades aborígenes más antiguas de Australia. El pueblo se desarrolló a finales del siglo XIX y después fue refugio de artistas y creativos en los años 60. Quizás por eso hay graffitis por las calles y algunos de ellos con inspiración aborigen.
En Kuranda hay dos mercados: Original Kuranda Markets, y Heritage Markets. Te dejo su página web, donde puedes consultar horarios e info más concreta.
En ellos encontrarás artículos artesanales, joyería, ropa y recuerdos. No deja de ser algo turístico así que no faltan los boomerangs, las postales y los imanes para la nevera.
Me llamó mucho la atención que también había pieles de animales, pero versión australiana claro: canguros y cocodrilos. Bastante impresionante la piel de canguro con cola incluida.
Rafting por el río Barron
Como te decía, puestos a elegir una actividad por Kuranda, preferimos hacer rafting por el río Barron que el tren ya que no nos daba tiempo a hacer las dos cosas.
Me encantan los deportes de remo, así que no tuve mucha duda al elegir. Las vistas desde el río fueron increíbles, además de que nos llovió y eso le dio un punto al paisaje y a la aventura. Con sol las cosas se ven bonitas, pero qué pasada cuando llueve y estás en el agua.
Como siempre, porque es imposible hacerlo todo, me hubiera gustado hacer el tren y ver las cataratas del Barron. Aun así, me llevé una buena impresión de Kuranda y el ambiente que se respira en la zona. Andar por carreteras vacías, atravesar riachuelos, y visitar mercados de artesanía son un planazo para pasar un día desde Cairns.