Tirta Gangga es un templo de Bali también conocido como el palacio de agua. Igual te suena porque es muy conocido por las flores de loto de piedra sobre el agua y los enormes peces koi que hay en los estanques, y que son escenario de muchas fotos de Instagram. La verdad es que yo había visto muchas fotos pero no lo ubicaba. Se encuentra en el este de la isla, de hecho, nosotras fuimos cuando ya nos alojábamos en la zona este y no en Ubud, porque de la capital está a unas dos horas. En este artículo te cuento un poco más sobre este templo y algunas cosas a tener en cuenta.
Información práctica
- Entrada: La entrada a Tirta Gangga cuesta 50.000 IDR (aproximadamente 3€). En teoría te puedes bañar en las piscinas por 20.000 más, pero yo solo vi una familia local bañándose y parecía algo muy privado.
- Horario: Abierto todos los días de 8:00 a 18:00.
- Hay un parking enfrente pero no es gratuito, te cobrarán 15.000 por vehículo (no llega a un euro).
- Ubicación: Se encuentra en el este de Bali, a unas 2 horas en coche desde Ubud. Puedes llegar en moto o contratando un conductor privado.
Historia del Tirta Gangga
El Tirta Gangga fue construido en 1946 por el último rey de Karangasem (la región del este de la isla). Su diseño combina elementos de la cultura balinesa e india, reflejando la influencia que ambas tradiciones han tenido en la isla. El nombre “Tirta Gangga” significa “agua sagrada del Ganges”, en referencia al río sagrado de la India, lo que subraya la importancia espiritual del lugar para los balineses.
Durante la erupción del Monte Agung en 1963, gran parte del palacio quedó destruida, pero posteriormente fue restaurado y hoy en día sigue siendo un sitio de gran valor cultural y turístico.
¿Qué ver en Taman Tirta Gangga?
Al recorrer el palacio de agua, te encontrarás con estanques llenos de peces koi, fuentes ornamentadas y estatuas talladas con gran detalle. Antes de entrar al templo hay un montón de puestos de comida para los peces pero por favor, no les des de comer. Hay tantos turistas alimentándolos que van a reventar, daba mucha impresión lo gordos que estaban.
Uno de los principales atractivos es el famoso estanque con plataformas de piedra que simulan flores de loto. Ahí es donde la gente “camina” sobre el agua y se hace las fotos con los peces nadando alrededor.
Como te decía antes, hay unas piscinas donde había gente bañándose, pero no lo vi muy abierto al público. Solo había una familia y la verdad es que daban envidia, estaban súper tranquilitos. La verdad es que no nos lo planteamos, y como en Bali hay muchísimas cosas reservadas solo para gente local, nos lo tomamos como algo privado.
Las esculturas que adornan el complejo representan figuras mitológicas balinesas y deidades hindúes, talladas con gran precisión en piedra. Entre ellas, destacan guardianes espirituales que protegen el agua sagrada, así como criaturas simbólicas que encarnan la lucha entre el bien y el mal.
Es bastante grande, pero haciendo un recorrido circular se ve en nada. Donde más tiempo perdimos fue en el estanque principal porque la verdad, hay zonas de Bali que se han quedado ya para el postureo y había muchísima gente haciendo fotos.
En Bali hay muchísimos templos y era imposible verlos todos. Sin embargo, el Tirta Gangga estaba en nuestra lista. No sé si por la cantidad de fotos que habíamos visto o qué, parecía uno de los imprescindibles. Lo curioso es la cantidad de peces que hay porque lo que es el templo, no tiene nada que envidiar a cualquier otro. Me gustó, aunque me hubiera gustado que hubiera más gente en las piscinas y habernos dado un chapuzón. Aún así, creo que merece la pena.
