Esto es el Disneylandia del postureo, a mí que no me digan lo contrario. No he visto un sitio taaan preparado para la foto en la vida. Eso sí, es espectacular. Tanto los arrozales, como las palmeras, como el entorno, como el club con piscina. Llegamos aquí después de nuestro ritual de purificación en el Pura Tirta Empul y recorrimos los arrozales, comimos aquí, y estuvimos en las piscinas hasta que se hizo de noche. Fue un día redondo la verdad. Te cuento todo sobre Tegallalang, precios, qué encontrarás ahí, dónde comer y cómo disfrutar de la experiencia.
Entrada a Tegallalang Rice Terrace
Aquí yo me sentí un poco estafada. Google Maps te lleva a una entrada que parece la entrada oficial, y aquí te cobrarán 100.000 rupias y te darán un ticket. Bueno pues no sigas mis errores. Tegallalang tiene varias entradas por distintas zonas y no se paga por entrar. Algo sospeché yo cuando no me pidieron el ticket en ninguna parte. Puedes entrar gratis por la calle Jl Raya Tegallalang, que de hecho, nosotras salimos por aquí para ver el mercado que había y volvimos a entrar sin ningún problema. Te dejo aquí la ubicación exacta por donde entramos y salimos gratis.
Caminata por los arrozales
Fuimos a mala hora, no te voy a engañar. Casi me da un suponcio del calor que hacía a las 2 de la tarde y no es un paseíto para ver unos arrozales; es una ruta con sus subidas y sus bajadas. Me encantaron los arrozales la verdad, el paisaje es espectacular y puedes ver a personas trabajando en el cultivo. Pero también hay muchas escaleras y cuestas que te harán sudar pero bien.




Paraditas técnicas
El calor aprieta, y la ruta se hace pesada, pero lo tienen todo pensado. Hay restaurantes en cada esquina donde parar a tomarte algo fresquito para reponer fuerzas. No nos lo pensamos y nos tomamos un batido de frutas riquísimo, y aprovechamos para picotear algo para hacer hambre porque por lo que se veía, íbamos a comer tarde.


El Disneylandia del postureo
No te exagero, esta gente sabe lo que triunfa. ¿Sabes las famosas fotos de chicas con vestidos con una cola inmensa en mitad de una selva tropical en un columpio? Pues son aquí y no te vayas a pensar que se llevan los vestidos en la maleta. Hay puestos donde puedes alquilar vestidos de todos los colores para hacerte la foto en un columpio. Te dicen cómo sujetar la cola para que haga vuelo en la foto y te empujan entre varios trabajadores. La foto increíble, pero no iba a pagar por esto. Y no hay solo uno, hay un montón distribuidos por todos los arrozales. Lo llegué a ver por 30€ pero también por 6€, así que si quieres caer en el postureo, no te quedes con el primero que veas.
También hay corazones de flores, columpios de cocos gigantes y terrazas colocadas estratégicamente para que triunfes en Instagram.




Multiaventura por los arrozales
En esto sí que me quedé con las ganas. Hay tirolinas que cruzan Tegallalang de una punta a otra y tiene que ser una experiencia súper guay, pero la tirolina te deja en la otra punta de los arrozales y nos apretaba ya el hambre y el calor como para dar toda la vuelta en la ruta. Si te apetece hacer actividades de este estilo, planéalo y calcula la hora porque yo creo que merece la pena.
Alas Harum Bali
Alas Harum es un complejo de restaurantes dentro de los arrozales Tegallalang y es más o menos “de lujo”, al menos para alguien local. Hay un parking privado para clientes justo enfrente y se puede ver el postureo desde la puerta.

Te cobran por entrar, porque esta zona es un espectáculo en sí mismo, y la entrada cuesta 50.000 rupias por persona (casi 3€). No nos hizo falta reservar y pagamos allí mismo, porque es bastante grande y raro me parecería que no hubiera sitio. Una vez dentro, puedes elegir qué tipo de comida probar desde hamburguesas, griega, mediterránea, oriental… Nosotras nos fuimos a comida tailandesa. Es mucho más caro que un restaurante local de cualquier sitio de Bali y comparado con lo que estábamos acostumbradas a pagar, fue un caprichazo. Pero vamos a ver…que fueron 400.000 rupias, 23€ entre las dos.

Cretya Ubud
Seguro que has visto esto en Instagram alguna vez. Cretya son unas piscinas redondas que hay en mitad de los arrozales. Es un “pool club” muy pijo, y se nota porque todo el mundo es extranjero. Hay un DJ subido a una plataforma y el paisaje desde las infinity pools es impresionante. Esto es cero mochilero, pero creo que es algo diferente y nos gustó. La entrada a las piscinas está incluida con la entrada al complejo que ya habíamos pagado, pero si quieres alquilar toallas o taquillas para dejar tus cosas sí que tendrás que pagar. Nosotras que somos viajeras lowcosteras, dejamos nuestras cosas en una esquina vigilándolas. Las consumiciones aquí sí que tienen un precio más europeo, así que con una cerveza entendí por qué no había locales (4€). Había menos gente de la que esperaba.


En definitiva, los arrozales de Bali Tegallalang, el complejo de restaurantes Alas Harum y sus piscinas Cretya, me parecen un imprescindible en un viaje por la isla. Sí que me sorprendió estar en la piscina tomándome algo mientras había trabajadores cultivando el arroz. Es como que se mezcla una atracción turística con algo local y no sé hasta qué punto les perjudica o sacan tajada de ello porque con tanto rincón pensado para la foto, hacen de esto un reclamo turístico bastante grande. Si vas, ya me cuentas qué te parece. ¡Nos leemos!