Hokitika Gorge es un icono en Nueva Zelanda y una parada en tu viaje por la Costa Oeste de la Isla Sur que merece totalmente la pena. Nosotras acabamos el día aquí, y no pudimos hacerlo mejor. Fue uno de los lugares que más me gustaron de todo el viaje y es que este cañón tiene un color que parece de mentira. Yo no había visto un azul así en la vida. Y mira que he visto aguas cristalinas, pero esta no es que sea clarita, es que es intensa como si estuviera pintada. Te cuento qué puedes hacer aquí y en qué consiste esta visita.
¿Qué es Hokitika Gorge?
Hokitika Gorge es un cañón natural conocido precisamente por el color del agua de su río. Este color tan llamativo es el resultado de las partículas de roca glaciar que flotan en el agua, creando un contraste con la vegetación muy llamativo.
Además, la naturaleza que lo rodea es preciosa y la vegetación acompaña a lo bonito del agua.
También es muy icónico el puente colgante que atraviesa el río, que permite verlo todo desde las alturas. Aquí hay algunas caminatas para hacer, pero ninguna es muy larga así que es perfecto para dar un paseo y simplemente disfrutar de las vistas. De hecho, la más larga es de 45 minutos.
La caminata
Nosotras decidimos ver todo lo que pudiéramos en esta zona, desde el puente, hasta el mirador.
Si eres fan de la fotografía, el camino tiene muchos puntos en los que no podrás guardar la cámara. De verdad que la vegetación de esta zona me encantó y todavía no habíamos visto ni una gota de agua.
Primero se atraviesa un sendero hasta llegar al puente colgante. Hay tramos en los que el camino es de piedras o de tierra, y otros en los que hay una pasarela con valla más propia del paseo que es en sí.
El puente colgante, que es otro icono de esta zona, está suspendido en el aire atravesando el río y está a unos 20 metros de altura. Mientras pasas, se va balancea un poquito así que si tienes vértigo, cruza con cuidado.
Hay un cartel que indica el número de personas máximo que puede haber sobre la pasarela. No me gustaría saber qué pasa si se sobrepasa el límite, aunque la verdad, no sé si se llegan a reunir tantas personas en el mismo momento. Solo nos cruzamos con una pareja el rato que estuvimos aquí.
Después llegamos al mirador, donde se ve el río entre los árboles. Estábamos solas, y se respiraba una paz tan relajante que daba gusto.
¿Se puede bajar al río?
¡Sí! De hecho desde el mirador hay una valla que se puede abrir y bajar a la orilla del río. Hacía frío, así que no se me ocurrió mojarme lo más mínimo, pero me imagino que en verano el color del agua invita a bañarse y la gente pasará aquí los días. Que digo yo.
En fin, que hay otros puntos de Nueva Zelanda que te diría que te saltases, pero Hokitika Gorge tiene algo que merece la pena ver. Además, no es una ruta como tal, es un paseíto de relax donde disfrutar de las vistas, respirar aire puro y hacer fotos preciosas. ¿Qué te parece este lugar?
